Que bien se esta en esa nube blanda, donde siempre pasa lo que quieres, hasta que un dia explota esa nube y ves que la vida no es como tu te esperabas...es peor!.
INTENTANDO AFRONTAR... una vez mas... LO INAFRONTABLE!
jueves, 22 de septiembre de 2011
jueves, 15 de septiembre de 2011
HORIZONTE MÁGICO
Felicidad es alguien que ha vivido rodeada de sombras, alguien que no se mira en espejos normales sino aquellos diseñados para que uno se ría de sí mismo. Todo su tiempo andaba mecanizado: pegada a un móvil, sin la vidilla que ya no esperaba, sin encontrar nada.
Pero llegó un día en el que entró en cuarto de baño, llenó la bañera de agua, puso algo de jabón, cerró los ojos y de pronto se vio en un puerto, sentada en el embarcadero con los pies colgando. Estaba sola y con un montón de piedras a su izquierda. Al principio lanzaba piedras con rabia como si el mar fuera el tiempo. ¡Esta por aquel día en el que conocí a aquella persona! ?esta por el día en el que no recibí cariño cuando más lo necesitaba! ?esta por no enseñarme a mostrar mis sentimientos!... y hasta que ya no le quedaba nada más que maldecir, y entonces, la última piedra al hundirse en el agua mansa trajo consigo un sonido que le llevó a la etapa más feliz de su día. Ahora ya veía el tiempo como la oportunidad para realizar todo aquello que quería. Incluso empezó a sentarse al lado suya todos los que ella quisiera que compartieran aquel momento de paz con ella, todos los hombres de su vida sonriendo, todos sus hijos admirándola, todos sus amigos ofreciéndole lo que sabían que le gustaba.
Felicidad volvió a abrir los ojos y algo había cambiado en ella. El momento de sentirse mayor y nada atractiva ha pasado, ahora le toca enseñar a los demás que no se equivocan, que es esa mujer especial que con solo su presencia, ya hace disfrutar a los demás. Se había tomado un tiempo de silencio pero que ya está aquí con la luz interior y exterior que tiene.
Pero llegó un día en el que entró en cuarto de baño, llenó la bañera de agua, puso algo de jabón, cerró los ojos y de pronto se vio en un puerto, sentada en el embarcadero con los pies colgando. Estaba sola y con un montón de piedras a su izquierda. Al principio lanzaba piedras con rabia como si el mar fuera el tiempo. ¡Esta por aquel día en el que conocí a aquella persona! ?esta por el día en el que no recibí cariño cuando más lo necesitaba! ?esta por no enseñarme a mostrar mis sentimientos!... y hasta que ya no le quedaba nada más que maldecir, y entonces, la última piedra al hundirse en el agua mansa trajo consigo un sonido que le llevó a la etapa más feliz de su día. Ahora ya veía el tiempo como la oportunidad para realizar todo aquello que quería. Incluso empezó a sentarse al lado suya todos los que ella quisiera que compartieran aquel momento de paz con ella, todos los hombres de su vida sonriendo, todos sus hijos admirándola, todos sus amigos ofreciéndole lo que sabían que le gustaba.
Felicidad volvió a abrir los ojos y algo había cambiado en ella. El momento de sentirse mayor y nada atractiva ha pasado, ahora le toca enseñar a los demás que no se equivocan, que es esa mujer especial que con solo su presencia, ya hace disfrutar a los demás. Se había tomado un tiempo de silencio pero que ya está aquí con la luz interior y exterior que tiene.
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